VELAS
La arrogancia de las masas me llevo al abismo de la vida en donde los miedos superaban a los mas valientes y el llanto inunda los ojos de las piedras.
La arrogancia de la vida me hizo vestir de negro y vagar por las calles del olvido, tocando paredes húmedas, soñando con notas perdidas y manos rotas, escuchando susurros nocturnos y siendo tocado por labios fríos que recorren mi cara y cuello provocando descargas eléctricas, nublándome la mente, quebrando mi voluntad y robándome el aliento
Mis pies se regalan al andar y mis oídos se cierran a las palabras sin vida que pronuncian las personas y soplo con fuerza los besos que recibo y siento miedo, tiemblo y grito al viento que no me abandone pero es tarde, muy muy tarde, los ojos ya estaban regados por el suelo y el sequito de cabezas lloraban desconsoladamente por ellos, rodeadas de velas buscaban a tientas lo suyo y suplicaban al que las oyese que hablara con dios he intercediera por ellas. Pero ese no seria yo, yo no iría al lado de aquel hombre que obraba milagros ya que para mi no hay fuerza que sea capaz de salvarme, me estoy pudriendo.
La arrogancia de las masas me llevo al abismo de la vida en donde los miedos superaban a los mas valientes y el llanto inunda los ojos de las piedras.
La arrogancia de la vida me hizo vestir de negro y vagar por las calles del olvido, tocando paredes húmedas, soñando con notas perdidas y manos rotas, escuchando susurros nocturnos y siendo tocado por labios fríos que recorren mi cara y cuello provocando descargas eléctricas, nublándome la mente, quebrando mi voluntad y robándome el aliento
Mis pies se regalan al andar y mis oídos se cierran a las palabras sin vida que pronuncian las personas y soplo con fuerza los besos que recibo y siento miedo, tiemblo y grito al viento que no me abandone pero es tarde, muy muy tarde, los ojos ya estaban regados por el suelo y el sequito de cabezas lloraban desconsoladamente por ellos, rodeadas de velas buscaban a tientas lo suyo y suplicaban al que las oyese que hablara con dios he intercediera por ellas. Pero ese no seria yo, yo no iría al lado de aquel hombre que obraba milagros ya que para mi no hay fuerza que sea capaz de salvarme, me estoy pudriendo.
MOONYTA